Crítica a “Darth Bane: Path of Destruction” (2005)

30.05.2021

Por Zeth


Debería haber dos, ni más ni menos. Uno para encarnar el poder, otro para ansiarlo.

-Darth Bane

Portada original.
Portada original.

Mientras escribía la historia de Star Wars: Episodio I La Amenaza Fantasma a finales de la década de 1990, George Lucas ideó que un Lord Sith había reformado en secreto a su orden para mantenerlos ocultos en los años anteriores a la película, y así nació el personaje de Darth Bane. Este sería mencionado por primera vez en la adaptación a novela de la película, escrita por Terry Brooks y publicada en 1999, a pesar de que tendría su primera aparición real en la corta serie de cómics Jedi vs. Sith de 2001, que además grafica el último gran enfrentamiento entre los seguidores de la luz y la oscuridad un milenio antes de la Invasión de Naboo. El cómic no es excepcional, pero destaca por su tétrica presentación de Bane y de la historia en sí que curiosamente también sirve de precuela a los eventos del videojuego Dark Forces II: Jedi Knight de 1997.

Cuatro años después de la publicación de Jedi vs. Sith, a Drew Karpyshyn -escritor en jefe del queridísimo juego de rol Knights of the Old Republic- le fue conferida la tarea de escribir por primera vez una novela centrada alrededor del legendario Señor Oscuro, y finalmente en 2006 fue publicada Darth Bane: Path of Destruction, primera entrega en la que posteriormente (aunque no fue planeado así en un inicio) sería conocida como la Trilogía de Darth Bane.

Aquellos que piden clemencia son demasiado débiles como para merecerla.

Darth Bane en una de las portadas de Jedi vs. Sith.
Darth Bane en una de las portadas de Jedi vs. Sith.

Darth Bane. No has empezado a leer ni la primera página y ya te bombardean de información revelando el resultado de la historia. El explotado minero Dessel de alguna forma tendrá que convertirse en uno de los Señores Sith más conocidos y revolucionarios en el lore de Star Wars a lo largo del libro. Sabes perfectamente que logrará sus macabros objetivos a la perfección ya que muy seguramente has visto alguna película episódica de la saga, donde, mil años después de los eventos de esta novela, la Orden Sith existe en su mejor estado que nunca y conspira para gobernar la galaxia desde las sombras. El autor constantemente te mete en su juego de "¿pero cómo Bane podrá lograr esto?" a pesar de que ya sabes más o menos cómo irá la cosa, y es algo que me fascina y Karpyshyn sabe explotar extremadamente bien, ya que el protagonista no es simplemente un ser todopoderoso que de un día a otro decidió tomar el control de los Sith, sino que va lentamente forjando su camino en la oscuridad a través de brutales lecciones de vida y oportunidades aprovechadas.

Hablando del mismo Bane, tengo que decir que me ha encantado el trato que se le da aquí. Darth Bane es sin duda uno de los más malos villanos de la franquicia, pero irónicamente es tan exquisito y gratificante leerlo como a los mejores héroes de la galaxia. Es imposible no tener cierta empatía por el tipo, y ya cuando está completamente sumido en el Lado Oscuro de la Fuerza es genial leerlo, observarlo y preguntarse cuál será su próximo movimiento. Bane es una encarnación del mal cuyas acciones sin duda canalizan miles de años de historia de su Orden y la llevan hacia un nuevo y optimista futuro que llevará a la destrucción de los Jedi, incluso si el mismo creador de este maléfico plan no vive para contarlo.

Espero que mueras. Espero que mueras. Espero que mueras.

Algo que me impresiona de Path of Destruction y me motivó continuamente a seguir leyéndola lo antes posible es el cómo sin mentir en cada capítulo hay un momento especial, algún ligero (o mayor) giro en la narrativa que va adentrando a Dessel de a poco en este camino oscuro. Hay momentos de la historia que recuerdo muy bien por la excelente narración que hace Karpyshyn: te introduce un buen rato a este nuevo contexto en el capítulo, y en el momento en el que pareciera que todo irá bien ocurre un cambio de ritmo y de tono bastante marcados y perfectamente ejecutados. Ya para cuando uno ha leído las primeras decenas de páginas se acostumbra a esta rutina y ahí es cuando entra la expectación del lector por saber qué demonios va a pasar en las siguientes líneas de texto. Y no es como que uno esté preparado. Hay varias escenas que te hielan la sangre y te paran los pelos de punta al darte cuenta de las horribles cosas que están pasando. Recordemos también que esta historia toma lugar en una guerra a escala galáctica entre el último de los remanentes Sith, la Hermandad de la Oscuridad, y la República Galáctica que está en sus últimos respiros. No solo la galaxia está en una posición muy pobre, sino que está a punto de dar a luz a la más mortífera arma de su historia que uno como espectador verá en las películas, y en verdad se siente terrible mientras uno uno lo observa a través de los ojos de su principal arquitecto.

Estas sensaciones son siempre constantes, desde el inicio al fin del relato, y es muy gratificante ver cómo todo se desarrolla y se resuelve hacia el final. Además de estos pequeños giros que se van acumulando con cada página, prácticamente todos los arcos argumentales están resueltos para el fin de la novela, cosa que la convierte en un viaje muy satisfactorio narrativamente hablando. Aprovecho de mencionar de pasada el cómic de 2010 Knight Errant, que se desarrolla en un contexto más o menos parecido al de este libro, solo que algunas décadas antes y desde la perspectiva de una Jedi. Lo único malo del cómic es que no volvimos a ver a su protagonista en una historia futura, y de hecho no sería tan complicado introducirla vía retcon en los eventos de Path of Destruction/Jedi vs. Sith. Oh, y con respecto a esta última miniserie, les recomiendo que no la lean hasta después de esta novela, así se salvan de los spoilers... a pesar de que uno sabe lo que pasará debido al propio concepto del libro.

El honor es para los tontos. La gloria no les sirve a los muertos. 

Ya terminando, siento que solo quiero decir que la pasé demasiado bien leyendo este libro. El personaje de Darth Bane me ha encantado y estoy muy emocionado por leer los dos libros futuros o al menos Rule of Two, la secuela. Creo que Des se ha convertido en mi Lord Sith favorito y fue genial presenciar el inicio de una nueva era para los Sith con él. No hay referencias tan frecuentes a material pasado de la saga (como Tales of the Jedi o Knights of the Old Republic) porque no es el objetivo del autor, pero uno realmente siente la presencia de la historia Sith y de cómo Bane la hereda maravillosamente. No es difícil creer que Darth Naga Sadow, Marka Ragnos o Darth Revan estarían orgullosos de este último gran discípulo de la vieja Orden Sith. Como un paréntesis bizarro, tengo que comentar que siento a Path of Destruction como una mejor secuela de los KotOR que el juego The Old Republic, este último proyecto que también tuvo la participación de Drew Karpyshyn en su escritura, pero no se siente tan satisfactorio como el viaje de Darth Bane.

Veredicto

Darth Bane: Path of Destruction es una novela fenomenal, con un protagonista transparentado hasta más no poder y que tiene una evolución (¿o involución?) natural y extremadamente satisfactoria. El libro constantemente te llama a seguir leyéndolo y honestamente es demasiado entretenido como para no hacerlo. Esta es una lectura obligatoria para los fans del Universo Expandido y de la Antigua República. Incluso si no has leído nada de Star Wars recomendaría esta obra para comenzar, y aseguro que uno la pasa muy bien. No esperaba nada realmente de este libro y me encontré con uno de mis momentos favoritos de la franquicia, no solo de libros, sino que de todos los medios posibles.

Lindos ojos.
Lindos ojos.

8/10

Ta buena. Léanla.

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